CERÁMICA NAZCA
Si el elemento característico y mejor logrado de la cerámica mochica es modelado, lo que sorprende de la nazca es la pintura, el dibujo y el magnífico colorido. La forma, secundaria, a veces globular, otras de cilindro chato, ampollado o imitando personajes, adquiere todo su valor como soporte de un colorido que abarca hasta once colores diferentes. Los tintes siempre son puros sin claroscuros ni gradación de sombras, y la ornamentación es plana y en ella cada color es continuo dentro del campo delimitado precisamente por el contorneado. Cuando el huaco representa una figura humana, el modelado se centra únicamente en la cabeza; tronco, piernas, pies, brazos y manos están dibujados en negro, contrastando sobre el color del vaso. Las cabezas están también pintadas. La cara se caracteriza por rasgos muy esquemáticos: ojos almendrados, una línea para la nariz, otra para la boca.
El repertorio formal de los nazca es abstracto y simbólico, con una compleja composición que se aleja acentuadamente del naturalismo. La cerámica nazca se ha dividido en distintos estilos, basándose en el ornamento y la forma .Kroeber distingue dos subestilos, llamados nazca A y nazca B. El primero se caracteriza por una mayor sobriedad de colores y el dibujo marcado con fuertes contornos; el estilo B posee mayor variedad de formas, figuras y cabezas en los cántaros y vasijas de forma cilíndrica y un tono más apagado y regular. Estos subestilos no tienen por qué pertenecer a distintas etapas cronológicas.
De entre las divinidades más representadas en la cerámica nazca destaca claramente el felino, "gato de agua", "gato demonio" y "gato lacustre". Otra divinidad importante es el "Dios Mar", figura con cuerpo de pez y una cara temible, adornada con líneas triangulares y aureolas y franjas en la frente, con insignias de su poder. Los animales representados con sentido mítico son la serpiente, el zorro, el vencejo y el ciempiés.
LA CERAMICA DE LOS MAS BELLOS COLORES
Los nazcas se distinguieron en la cerámica Sus vasijas fueron elaboradas con finísima arcilla y pulidas con esmero. Las formas no tuvieron belleza de los huacos mochicas, pero en cambio, fueron insuperables en el colorido, pues, emplearon numerosos y bellísimos colores (policroma). Las imágenes eran pintadas. Por lo que se dice que esta cerámica es pictórica.

Ninguna cerámica superó a la nazca en la variedad y belleza de los colores. En el primer huaco hay un extraño felino que sostiene entre sus garras, por debajo de çu lengua, la cabeza de un ser humano. En la segunda vasija hay un pájaro multicolor. En la vasija en forma de plato hay una serie de pallares estilizados. En el vaso se pueden distinguir estilizadas figuras de serpientes y abajo, cabezas humanas decapitadas.
Sin embargo, estas imágenes no eran una copia de la naturaleza, sino más bien dibujos muy libres o imaginativos que reducían los objetos a sus rasgos más elementales, (dibujos estilizados). Generalmente los adornaban como se le ocurría al artista, que ante todo buscaba decorar la, superficie de la vasija.
Otras veces creaba imágenes completamente nuevas, casi irreconocibles. En algunos casos, como puede apreciarse, hay una combinación de elementos humanos. (antropomorfos), animales (zoomorfós) y vegetales (fitomorfos).
Vasija globular
Su cerámica fue finamente confeccionada y muy bien decorada, caracterizándose principalmente por la polícromía (empleo de varios colores), utilizaron hasta 8 colores con predominio del ocre, rojo indio, ocre amarillo, negro y gris oscuro

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